En los últimos días no he dejado de preguntarme ¿por qué somos tan permisivos en nuestras opiniones sobre la minería informal y tan tajantes en el rechazo de la gran minería ¿la idea no es que la minería (formal o informal) contamina? ¿Dónde queda la frase “sí a la agricultura, no a la minería” ¿es qué cuando se trata de gran minería el discuros es uno y con la pequeña es otro? ¿no somos consecuentes? Creo que no.
Pues bien, consideremos algunos aspectos, la minería informal en Perú se concentra mayormente en la extracción de oro, metal del que nuestro país es el sexto productor mundial.
La extracción artesanal de oro representa entre el 10 y el 20% de la producción total de Perú, que ascendió a 182,4 millones de gramos finos en el 2009, según expertos (por alguna razón el INGEMET no presenta datos similares del 2010 y 2011).
La actividad de extracción informal concentra a más de 300.000 mineros en todo el país (más o menos la población de la Región Moquegua, según la Federación Nacional de Mineros Artesanales del Perú.
La extracción artesanal de oro representa entre el 10 y el 20% de la producción total de Perú, que ascendió a 182,4 millones de gramos finos en el 2009, según expertos (por alguna razón el INGEMET no presenta datos similares del 2010 y 2011).
La actividad de extracción informal concentra a más de 300.000 mineros en todo el país (más o menos la población de la Región Moquegua, según la Federación Nacional de Mineros Artesanales del Perú.
La región de Madre de Dios, es la más afectada por la extracción artesanal, según el Gobierno. Esos mineros también operan en las regiones de Piura, Ica, Arequipa (sí, Arequipa no es solo Cerro Verde) y Tacna.
Según la federación de mineros artesanales, el sector informal genera ingresos por 850 millones de dólares anuales.
La minería formal es uno de los motores de la economía local, pues representa cerca del 60% de las exportaciones del Perú, nuestro país es también el segundo de cobre y el primero de plata.
En nuestro país cientos de miles de ciudadanos trabajan artesanalmente en actividades mineras y, como es de preverse, el presente no será el único conflicto (Madre de Dios) de este tipo mientras se impulse la formalización de este rubro.
Los mineros informales exigen la aprobación de una Ley de Fortalecimiento de la Minería Informal y la derogatoria de las Leyes 1010 y 1040 y del Decreto de Urgencia 012-2010, que crea una zona de exclusión minera en Madre de Dios, esto sumado a la modificación del código penal que tipifica la minería informal como delito y por lo tanto se impone pena privativa de la libertad (aunque usted no lo crea, de ripley, antes solamente era una falta administrativa, es decir no pasaba nada).
Esa norma prohíbe además el uso de herramientas como las dragas utilizadas para mover tierra en los ríos y que suponen un peligro para el medio ambiente.
Los mineros informales argumentan que la aplicación de esas normas “atenta contra miles de peruanos que tienen como único sustento de vida su trabajo” (el resto no importa mientras yo tenga trabajo)
Asimismo, dicen que el Gobierno quiere “confiscar y destruir” los equipos de los pequeños mineros de Madre de Dios.
El Gobierno dice que con las normas busca ordenar el sector y evitar mayores daños al medio ambiente.
Además, (ahora viene lo bueno) argumenta que la minería informal lleva a la evasión tributaria y bloquea el progreso de la región de Madre de Dios principalmente (aunque en todas la regiones se cuecen habas), que por concepto de canon minero recibió apenas S/.42.000 en 2010 en lugar de los cerca de S/.50 millones que debería captar anualmente.
El Gobierno afirma que el sector debe adoptar el uso de tecnología moderna, así como pagar impuestos y salarios a los mineros que extraen el oro en los ríos.( y dejar de esclavizar niños y prostituir niñas).
Según informes de la Defensoría del Pueblo (dicho sea de paso, no sanciona, solo intercede), más de 100 comunidades se han organizado para paralizar proyectos petroleros y mineros en todo el país en medio de temores a que afecten el medio ambiente, especialmente los suministros de agua.
Finalmente se les dio un plazo de un año a los mineros informales para que se adecuen a la normatividad vigente (tengo dudas de que se cumpla el plazo).
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