Un nuevo año escolar inicia y con el mismo retornan las preocupaciones de siempre, la lista escolar, uniforme, zapatos, tasas educativas y la lista es larga aun; la educación básica regular en el país según cifras del Ministerio de Educación alberga en colegios nacionales el 49% de la población estudiantil nacional, mientras que los colegios particulares albergan el 51% de los escolares peruanos, cifra que se hace mas preocupante si tenemos en cuenta que en zonas alto andinas o amazónicas la única oferta educativa la brinda el estado.
Los colegios particulares son en esencia empresas, tras un nombre que identifica la institución educativa, existe una razón social que tributa, tiene una planilla de trabajadores, abona servicios básicos entre otros, nadie concibe una empresa como beneficencia, una empresa debe generar utilidades, finalmente ese es su objetivo.
Constitucionalmente nos encontramos en una economía de libre mercado, por lo tanto facultados para elegir el colegio que satisfaga nuestras expectativas, vale decir plana docente, infraestructura adecuada, talleres extracurriculares, formación en valores, pensiones educativas acorde a nuestra economía entre otros aspectos.
¿Por qué entonces (si hemos meditado todas las ventajas y desventajas) nos quejamos luego de las condiciones impuestas por la promotoria?. Desde el año 2010 por disposición de INDECOPI es obligatorio que la empresa (vale decir colegio) entregue por escrito las condiciones del servicio que brinda (educar a nuestros hijos) y cuál es el costo del mismo, el mismo tiene valor de contrato privado con validez legal, si usted lo firma acepta las condiciones y no hay lugar a reclamos.
Por lo tanto pensemos bien antes de elegir el colegio para nuestros hijos, leamos bien, tengamos cultura comercial; por ejemplo si se establecen las cuotas extraordinarias en día de la madre, padre, navidad y firma, es lógico que está de acuerdo con ello y luego no hay opción a reclamo (ni siquiera a molestarse) porque usted lo aceptó.
Recuerde, el colegio particular es una empresa de accionariado privado, por lo tanto no están obligados a rendirle cuentas a nadie, salvo a sus participantes o accionistas. Pero de ninguna manera significa carta libre al abuso, hagamos llegar nuestras quejas a los organismos respectivos y no solo malogremos nuestro hígado y finalmente acatemos lo que indica promotoria aunque nos parezca injusto, seamos responsables haciendo valer nuestros derechos o muramos en el intento.
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